El nuevo y mejorado tanque ruso T-90M es más preciso y resistente. «No tiene rivales»
Los T-90 se han convertido en los más exitosos a nivel comercial en el siglo XXI, superando en términos de relación calidad-precio a sus contrapartes extranjeros, como el tanque francés Leclerc y el estadounidense Abrams.
Rusia ha puesto a prueba una nueva y mejorada versión del tanque T-90M —y su versión de exportación T-90MS—, que se espera entre a formar parte de las fuerzas militares del país en este 2019, y con el cual Moscú busca apuntar a diferentes segmentos del mercado de armas pesadas.
Según Andréi Terlikov, diseñador en jefe del T-90M, este modelo está equipado con una nueva protección de tercera generación «altamente efectiva contra las modernas armas antitanque», y una mejora significativa en su ergonomía. Terlikov añade que el vehículo cuenta con un potente motor turbodiésel que proporciona una excelente velocidad y maniobrabilidad.
Asimismo, se logró un incremento en la precisión y capacidad de resistencia de su cañón 2A46M de 125 mm de ánima lisa, que puede disparar una amplia gama de municiones diferentes, entre ellas, misiles antiblindaje guiados por láser y proyectiles de fragmentación altamente explosivos, cuya carga es controlada a distancia. Su principal ventaja es su potencia de fuego, ya que es capaz de lanzar un misil guiado antitanque que le permite destruir cualquier material bélico blindado en un radio de hasta 5 kilómetros.
El nuevo y mejorado tanque ruso T-90M experimentó una mejora importante respecto al tanque soviético T-72. Los primeros modelos entraron al servicio en el Ejército ruso a principios de la década de 1990. Según señala la agencia rusa TASS, estos vehículos militares se han convertido en los más exitosos a nivel comercial en el siglo XXI, superando en términos de relación calidad-precio a sus contrapartes extranjeros, como el francés Leclerc y el estadounidense Abrams.
Durante 10 años —entre 2001 y 2010— el T-90 fue el tanque más vendido en el mundo.
